Enamoramiento o limerencia

Según la wikipedia, la Limerencia es una atracción romántica por parte de una persona hacia otra, combinada con una necesidad imperante y obsesiva de ser respondido de la misma forma. Es decir, aquella condición en la cual una persona se siente “enamorada” de otra y desarrolla un deseo obsesivo e imperante de ser correspondido. Ese estado se encuentra emparentado con el trastorno obsesivo-compulsivo por lo que implica sufrimiento.

La diferencia de la limerencia con el enamoramiento radica en que, en la primera, en muchos casos es solo una de las dos personas la que siente pasión. En otros casos, son las dos personas las que se sienten mutuamente atraídas pero uno de los dos va mucho más allá, rozando, en ocasiones, lo patológico.

Una característica común en todos los casos de esta “enfermedad del amor” es que existe un desequilibrio entre las dos personas que generalmente no es aceptado por la persona “más enganchada”, llegando a crear situaciones no deseables.
La primera vez que se habló de esta patología de forma terapéutica fue a finales de los años ’70, cuando la psicóloga, Dorothy Tennov, acuñó el término “limerence” y publicó sus primeros estudios al respecto (año 1979), los que denominó “Amor y Limerencia: la experiencia de estar enamorado”.

En el Centro de Terapia Familiar de Murcia, llevamos años abordando el tema de las relaciones de pareja saludables y a ello hemos dedicado muchos de los post de nuestro blog. Lo que hemos querido transmitir en algunos de ellos es que en muchos casos es necesario incorporar a una tercera persona para apaciguar cuestiones que los miembros de la relación no son capaces de resolver por sí solos debido a un problema de comunicación.

La psicóloga Stella Maris Rivadero, de la que hemos hablado en otras ocasiones asegura que muchas veces la entrevista es la antesala de la derivación a una terapia personal. Para la profesional, se despejan así los fantasmas que nos hacen ver al otro de una particular manera y podemos redescubrir una manera diferente de estar juntos.

Asegura que algunas parejas llegan a su consulta para poder separarse. Y es que, afirma, la terapia no tiene el objetivo de que la pareja siga unida sino de que cada uno pueda recuperar su capacidad de relacionarse. La terapia permite repactar la relación desde un lugar más sano, menos imaginario. Encontrar un punto en el que se soporten las diferencias y la pareja entienda que es imposible que los dos ‘sean uno’, básicamente porque ambos vienen de dos historias diferentes.

Si tienes alguna duda, consúltanos, estaremos encantados de atenderte. Centro de Terapia Familiar de Murcia.



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