'Huérfanos digitales', un problema educacional

 
Desde hace unos años, la irrupción de los dispositivos móviles como smartphones, tablets y otros, han dejado a muchos padres fuera de juego en cuanto al control del ocio de sus hijos. No hay más que ir a un restaurante un fin de semana para ver cómo los padres ofrecen a los niños estos dispositivos para que se entretengan, lo que permite a los adultos estar tranquilos. Esta situación está totalmente fuera del control de los padres porque muchos de ellos, aunque quieran, no tienen los conocimientos para saber a qué riesgos están exponiendo a los niños.
Lo mismo ocurre en casa con los ordenadores con conexión a Internet para que los niños trabajen, estudien o jueguen . Se les deja usar el ordenador y navegar por la red sin ninguna tutela, de ahí lo de ‘Huérfanos Digitales‘. Estos niños autodidactas en cuanto a informática y tecnología, desde la generación de los milenials en adelante, se convierten en unos auténticos expertos digitales pero no se les advierte de los peligros que entrañan las relaciones sociales que establecen online y algunos de los sitios web donde dejan sus datos sin ningún filtro ni precaución.
Mención aparte merece la adicción que tienen muchos niños y jóvenes a los dispositivos móviles. Tanto es así que existe un término, nomofobia, para referirse a ella.
Esta situación ha levantado una reacción en la comunidad educativa y entre los psicólogos infantiles que critican los efectos negativos que tiene en el desarrollo de nuestros hijos. Aseguran que tratar de entretener a los niños con estos dispositivos en una reunión social, por ejemplo, es sumamente negativo y termina con la creatividad innata y propia de los pequeños que se convertirán en niños y niñas sin un desarrollo físico sano y adecuado a su edad.
En primer lugar, porque se convierten en receptores pasivos de estos aparatos que sustituyen a su imaginación e inventiva a la hora de pensar en juegos o explorar el entorno.  Y en segundo, porque se pierde el vínculo comunicativo entre los hijos y padres, lo que deriva en problemas.
Cuando los padres dan a su hijo el móvil, se olvidan de él por completo y se pierde el vínculo social y afectivo. Esta falta de atención de los padres degenera en muchas ocasiones en problemas de agresividad del niño en el colegio. Según la experiencia de los psicólogos, los preadolescentes y adolescentes, incluso, pueden desarrollar adicciones a las drogas porque buscan un escape a los problemas al no tener un guía, en este caso sus progenitores.
Puede que estemos a tiempo de revertir esta situación o al menos tratar de reducir el tiempo de exposición de nuestros hijos a las redes sociales y a los juegos online. Es una recomendación basada en la experiencia profesional del Centro de Terapia Familiar de Murcia. Piénsalo!



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