Imagen CC: Who knows, Maybe one day spring will come | Mohammadali
Los primeros meses de una relación de pareja, en muchas ocasiones, se caracterizan por la pasión y el ansia de compartir el mayor tiempo posible incluidas las experiencias más cotidianas. Es entonces cuando nos planteamos comenzar una vida juntos .
Que la cosa funcione depende, entre otras cosas, de nuestro nivel de flexibilidad y nuestra tolerancia. También es importante conocerse bien antes de dar el paso. Muchas personas se precipitan a vivir juntas antes de que su amor se consolide. Lo ideal es conocer la reacción de la otra persona ante el máximo de situaciones posible y haber pasado un año entero de relación con todos los acontecimientos y vacaciones anuales, antes de comenzar la convivencia.
A continuación os dejamos otros consejos que os ayudarán a emprender con éxito esta nueva aventura:
- Antes de ir a vivir juntos, hay que decidir cuestiones tan cotidianas como el reparto de las actividades domésticas.
- Desligarse de la familia de origen. Pensar que formamos nuestra propia familia y darle prioridad a ésta.
- No hay que tratar de convertir a la otra persona en una prolongación de nosotros mismos sino que hay que aceptar las diferencias y otros puntos de vista sobre las cosas.
- Preocuparse por lo que le sucede a nuestra pareja.
- Trabajar la capacidad de negociar, adaptarse y tratar de comprender al otro poniéndonos en su lugar, empatizar.
- Para ello, hacer ejercicios de comunicación y reservar un tiempo exclusivamente a hablar con nuestra pareja sobre temas cotidianos o nuestros sentimientos. Esto logrará crear complicidad entre los dos.
- No perder el respeto. Hay que mantener siempre la educación en nuestra relación.
- Confiar en nuestra pareja y pensar que desea lo mejor para nosotros.
Es importante no descuidar los pequeños gestos en nuestra vida diaria. Sorprender y evitar caer en la monotonía es lo que mantendrá la llama encendida para mantener la ilusión.