Los Mosuo, una sociedad diferente

Imagen CC: DSC_0042 |尽在不言中
Pese a la globalización  y la homogeneización de costumbres y tradiciones de todo el mundo, existe un pequeño rincón en el planeta que vive ajeno a nuestra realidad y que, aunque empieza a conocerla gracias al creciente turismo que recibe, continúa sin alterar su estilo de vida.
Se trata de los Mosuo, una sociedad matriarcal china formada por 40.000 personas, organizada en familias cuyos miembros “adultos” practican el sexo libre, que han vivido de generación en generación en un pintoresco lugar situado en la frontera de las provincias suroccidentales chinas de Yunnan y Sichuan.
La convivencia de varias generaciones es un hecho muy usual entre los Mosuo. Los miembros de la familia trabajan según su  capacidad y los bienes se distribuyen de acuerdo con las necesidades de cada cual. Los hijos adoptan los apellidos de la madre y los tíos son los únicos varones considerados en la familia.
Según los historiadores, esta estructura social que cuenta con 2.000 años de historia, tiene su origen en la época de las continuas guerras chinas cuando los maridos/padres morían con frecuencia y las mujeres se volvían a emparejar en varias ocasiones.
Al cumplir los 13 años los chicos, tras tomar parte en una ceremonia en la que se visten de adultos, ya pueden  participar en las actividades sociales y buscar amigos del otro  sexo. Llaman “axia” a sus compañeros sexuales o amantes y “azhu” a sus demás amigos. A esta edad, la madre debe dar a su  hija una habitación donde tener relaciones sexuales.
Los “axias” pasan la noche juntos y durante el día los hombres vuelven a trabajar a su casa. Si un hombre no tiene “axia”,  no le queda más remedio que dormir en casa de su tío, puesto que  de acuerdo con las reglas del matriarcado carece de habitación propia. Si varios hombres se enamoran de la misma mujer, ésta puede elegir libremente al que prefiera.

Según Xiaodan He, directora de cine y miembro de esta étnia china, en esta sociedad las parejas únicamente comparten la noche. Cuando amanece, él se va a casa de su madre.
No comparten las tareas de la vida cotidiana, tanto el hombre como la mujer pueden tener amantes y visitarlos cuando gusten. Sin reglas ni contratos.
Los hijos son de todos, asegura. Ni siquiera tienen un término para el padre, porque la persona que desempeña ese papel es el tío. Un antiguo proverbio dice que en el cielo el ser más importante es el águila, y en la tierra, el tío.
Los hombres se dedican a las tareas del campo para contribuir al mantenimiento de la gran familia materna. Tienen una vida placentera. Cuando muere la matriarca toma el poder la hija mayor, los Mosuo adoran a la mujer, antiguamente ellas eran su dios. La mayoría son budistas tibetanos, adoran la naturaleza y la no violencia.

La ausencia de la violencia y el respeto son las dos características predominantes de esta sociedad tradicional milenaria. ¿Una sociedad ideal? Nosotros opinamos que en algunos aspectos lo es.



Abrir chat
¿Necesitas información?
Centro Terapia Familiar
Hola 👋
¿En qué podemos ayudarte?