Fases del duelo tras una ruptura sentimental

Pareja tras una ruptura | Fuente: Pixabay
La ruptura de una pareja duradera suele ser una experiencia traumática, de dolor y de desilusión que nos descoloca y nos deja fuera de juego por un tiempo. El comienzo de esta nueva etapa nos obliga a replantearnos muchos aspectos de nuestra vida porque en mayor o menor medida, todos tenemos una necesidad de pertenencia y vinculación con otras personas ya sean éstas la pareja, la familia o los amigos. De esta relación de pertenencia depende, en muchas ocasiones, nuestra felicidad.
Por todo ello, tras una ruptura sentimental, al igual que cuando nos enfrentamos al luto por la muerte de un ser querido, atravesamos cinco fases hasta que logramos superarla:
La negación. El primer sentimiento que invade a una persona que ha perdido a un ser querido puede activar un mecanismo de defensa: no aceptar la ruptura. Como consecuencia de esta negación solemos aislarnos del entorno hasta que poco a poco entendemos que la persona amada ya no comparte su vida con nosotros.
2º.Esta etapa de negación es sustituida por la ira. Nos preguntamos el por qué de la ruptura. Incluso podemos llegar a sentiros culpables por lo sucedido.
3º.La tercera etapa es la del pacto. Tras la ira surge la necesidad de llegar a un acuerdo con uno mismo. Durante esta fase se pueden producir tres situaciones:

  • Volver a intentar recuperar a la persona amada.
  • Esperar a que se dé paso a una buena amistad con el tiempo.
  • O, simplemente, nos preparamos para dejar marchar a la otra persona.

4º.Tras el pacto, llega la fase de depresión. Durante esta etapa se sufre una profunda tristeza, ya que se empieza a ser consciente de la pérdida.
5º.Y por último, cuando la tristeza desaparece, entramos en la fase de aceptación. Esto no significa que nos sintamos del todo felices, pero los sentimientos experimentados con anterioridad van perdiendo intensidad. Durante esta fase ya empezamos a estar preparados para volver a enamorarnos.
Las fases de duelo pueden pasar de una a otra sin seguir un orden concreto hasta llegar a la aceptación. Nos enfrentamos en estas circunstancias con un gigante que aparece en forma de sentimientos como la rabia, la tristeza, la culpa, la soledad, la frustración. Incluso nuestra autoestima puede verse mermada.Por todo ello es necesario darnos un tiempo para sentir el dolor de la pérdida y restablecer poco a poco nuestra estabilidad emocional. Con la ayuda de un profesional podremos sobrellevar, entender y acelerar este proceso.
Suerte y ánimo!



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