Imagen: Una popular red social
Las relaciones sociales de muchas personas se han visto modificadas en los últimos años debido a la implantación en nuestras vidas de las nuevas tecnologías y sobre todo de las redes sociales.
La inmensa mayoría de los usuarios de estas redes nos hemos reencontrado a amigos o compañeros del pasado con los que habíamos perdido el contacto, antiguos amores o incluso los más solitarios, han encontrado nuevos contactos de personas con las que han congeniado y les han hecho albergar esperanzas de nuevas y prometedoras relaciones.
Todo esto podría ser considerado en general como algo muy positivo para las personas y su necesidad vital de comunicarse, pero en algunos casos esta ventana al exterior puede traer también algún obstáculo que se interponga entre nosotros y nuestra pareja.
Sobre este asunto, investigadores de la Universidad de Texas Tech, han elaborado un estudio basándose en datos de Facebookcheating.com, una página en la que miles de personas, todas usuarias de Facebook, relatan historias de amor en las que han sido víctimas de infidelidades. Según este estudio, pese a lo que mucha gente opina, la infidelidad on line crea experiencias emocionales similares a las del engaño físico.
Jaclyn Cravens, candidata doctoral en el Programa de Terapia de Matrimonio y Familia y autora principal del estudio, establece las cinco etapas clave que atraviesan las víctimas de estos ciberengaños:
- La persona engañada comienza a sospechar debido a señales de alarma como por ejemplo que su pareja minimiza de repente la pantalla o borra los historiales de navegación.
- La víctima del engaño descubre la infidelidad bien por accidente o bien porque se toma la molestia de investigar en el ordenador de su pareja.
- La persona evalúa si lo que ha descubierto puede considerarse una infidelidad o no.
- Se decide si ha habido infidelidad y en caso afirmativo se actúa. A veces se comunica con la tercera persona en discordia y otras se enfrenta solo con su pareja.
- Se toma una decisión sobre si continuar o no con la relación. Quien decidió perdonar a su pareja, según los datos estudiados, mantuvo una actitud vigilante durante un largo periodo de tiempo.
Cravens cree que el impacto emocional para la parte que ha descubierto actos de infidelidad en línea no es menos grave que si infidelidad hubiera sido física. Por este motivo, para descartar futuros problemas, se aconseja acudir a terapia de pareja donde una tercera persona, dotada de perspectiva, nos ayudará a dilucidar la viabilidad de la relación.
