Educar en positivo

Imagen CC: like a record… | shoothead
Un buen consejo que dan algunos especialistas en educación infantil es que no tratemos a los niños como son, sino como nos gustaría que fuesen. De esta manera es muy probable que el pequeño crezca y se convierta en una persona dotada de las cualidades que le hemos transmitido que tiene.
La forma en que tratamos a un niño durante los primeros años de vida es de vital importancia para su desarrollo. Si cada día alabamos sus comportamientos positivos e ignoramos los negativos, esto le servirá de estímulo para repetir aquello que es celebrado por sus padres y educadores, sacando así lo mejor de sí mismo.
Estos son los parámetros que marca la conocida como educación positiva, según la cual resulta fundamental cubrir las necesidades de los niños, a partir del cariño, la atención, los elogios, etc. Este tipo de educación es necesaria para un adecuado desarrollo de su personalidad y, por tanto, de la adecuada comprensión y expresión de sus emociones.

En el terreno práctico, uno de los temas que más preocupan a padres y educadores es cómo actuar cuando aparecen las temidas rabietas, en este sentido se recomiendan una serie de pautas:

  • Intentar mantener la calma, ayudándoles a expresar con palabras sus sentimientos y elogiándoles cuando logren dominarse. Aunque se equivoquen, es importante que sepan que también pueden hacerlo bien, que estamos ahí para reconocérselo y que nos sentimos orgullosos.
  • Anticiparnos a ellas. Muchas veces las rabietas vienen cuando sorprendemos a un niño con un cambio de actividad. Por ejemplo, está jugando y le decimos vámonos a hacer la compra. Hay que avisarle antes de que empiece a jugar que enseguida tendrá que dejar de hacerlo porque nos vamos a ir a hacer la compra. Y si es posible, presentarles la compra como una actividad divertida.
  • Ofrecerle alternativas en vez de imposiciones sin más. Por ejemplo, cuando tiene que comer fruta hay que decirle ¿qué prefieres, manzana o plátano?

Por otra parte, encontrar la forma de que nuestros hijos sufran menos rabietas nos puede ayudar a evitar estar demasiado estresados o cansados, dándonos espacio para cuidarnos y cubrir nuestras necesidades, no sólo como padres sino también como personas. Todo el tiempo que invirtamos para nuestro cuidado será positivo para afrontar los problemas de comportamiento de nuestros hijos y, con toda seguridad, nos ayudará a llevar a cabo una educación positiva.



Abrir chat
¿Necesitas información?
Centro Terapia Familiar
Hola 👋
¿En qué podemos ayudarte?