Los niños ante el divorcio de sus padres

mage CC: Port-42 | Victor Bezrukov
Es una realidad generalizada que los hijos de padres que se están divorciando se sienten asustados y confundidos. La nueva situación les produce un gran desconcierto que les hace perder la seguridad y confianza que les proporcionaba la estabilidad emocional de su familia.

Para minimizar en lo posible estos efectos negativos en los niños, los padres han de procurar actuar de forma que el niño sepa que le van a seguir queriendo igual pese a vivir separados.

  • Para ello, es fundamental que los dos miembros de la pareja expliquen juntos a sus hijos qué está pasando, cómo va a afectar ello a su vida y qué va a pasar en adelante. Y que lo hagan de forma clara y sencilla.
  • Deben insistirles en que no tienen ninguna culpa de lo ocurridonunca entrar en descalificaciones o reproches contra su pareja cuando estén hablando con los niños.
  • Aclararles que, aunque el proceso va a ser doloroso para todos, nada va a cambiar en cuanto al amor que sienten por ellos tanto su madre como su padre.
  • Tras el divorcio no hay que convertir al niño en el mensajero cuando este vaya a la casa del otro. Los niños suelen sentirse incómodos cuando esto sucede. Desearían que sus padres hablaran entre sí para preguntarse lo que quieren saber.
  • Tras la separación hay que estar muy atentos a la evolución del niño, ya que este podría reaccionar de forma negativa. Puede presentar agresividad, estrés, pérdida de interés en los estudios, retraimiento, tristeza, falta de autoestima y otros comportamientos que pueden resultar nefastos para su desarrollo.

A veces las parejas tienden a alargar situaciones domésticas violentas y poco agradables por no hacer pasar a sus hijos por el trance del divorcio, pero en realidad sería más agradable y un alivio para los niños que pusiesen fin a esa relación, ellos quieren sentir que sus padres son felices. Está comprobado que el niño sufre mucho más en situaciones en que los padres son infelices juntos, que cuando deciden vivir separados.
Sin embargo, la separación de una pareja no debe afectara a las necesidades básicas de los niños. Los hijos en común continuarán necesitando de cariño, cuidados, atención, apoyo y comprensión. Los menores que están atravesando una situación de esta naturaleza van a necesitar mucha ayuda por parte de las personas que les rodean y también pueden necesitar el tratamiento de un terapeuta que podrá ayudarles cuando experimenten sentimientos demasiado intensos.



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