Imagen CC: Ancianos en el parque | Bruno Unna
La mayoría de los post de este blog se han centrado en problemáticas cotidianas de niños, jóvenes, educadores y parejas, pero en esta ocasión nos gustaría hablar de las personas mayores que, en nuestra opinión, son las grandes olvidadas de la sociedad, a pesar de todo lo que pueden aportar y de hecho, aportan.
La “tercera edad” constituye un sector de la población cada vez más numeroso, el número de los ancianos en el mundo aumenta alrededor de 9 millones y medio de personas cada año. Las sociedades son cada vez más longevas gracias al avance de la medicina y a la mejora de la calidad de vida.
Muchas de estas personas se encuentran en un conflicto permanente consigo mismas porque no se reconocen en la imagen que el espejo les devuelve.
Sin embargo, es muy importante para envejecer con dignidad, y que con el paso de los años vayamos adaptándonos y aceptando nuestra nueva situación. Precisamente la pérdida de juventud es lenta y progresiva para que podamos ir asumiendo que el tiempo pasa.
Otro de los principales hándicaps con los que se encuentran las personas de edad avanzada es la aceleración del desarrollo tecnológico, que pronto las convierte en “analfabetas tecnológicas” dejándolas fuera de la vida “útil”, lo que tampoco ayuda a que encuentren su lugar.
Esta deshumanización de la sociedad no siempre ha existido, en la historia de muchas culturas, los “ancianos” eran valorados, eran la voz de la experiencia, de la “sabiduría” acumulada a lo largo de años y situaciones vividas. Su voz era escuchada.
Pero como decíamos, hoy la tecnología ha ganado la batalla a la sabiduría humana y, aunque nosotros creemos que todo está en la mente y que una actitud activa y positiva es lo mejor para sentirse bien en cualquier circunstancia, queremos ofrecer unos cuantos consejos para mejorar la autoestima y la calidad de vida de las personas mayores:
- En primer lugar, mantener unos hábitos de ejercicio físico y una dieta saludable es fundamental para encontrarse bien
- No pasar por la vida como mero espectador sino participar y formar parte de las cosas
- Las relaciones sociales y el contacto con los demás nos hacen mejores personas, hay que evitar el aislamiento
- Interesarse por las cosas nuevas y no cerrarse o creerse incapaz para adaptarse a los cambios o las nuevas tecnologías
- Por último, relativizar las cosas es fácil gracias a la experiencia acumulada, y ello nos permite desechar las cosas negativas para acumular sentimientos y experiencias positivas en nuestro interior
